Al momento que se genera una factura electrónica o CFDI, además de los datos del emisor y receptor, el tipo de comprobante y la descripción de los productos o servicios por los que se expide la factura, esta debe contener un sello digital.
El proceso en el que se agrega tanto el sello del emisor, como el de la autoridad tributaria se conoce como timbrado de facturas. Para realizarlo, se puede acudir directamente a la plataforma del SAT o bien a través de los Proveedores Autorizados de Certificación (PAC).
La principal ventaja de los PAC es que ofrecen el timbrado masivo de facturas, mientras que hacerlo en la aplicación del SAT es bastante lento.
Para las empresas con un alto volumen de transacciones mensuales, así como el pago de nóminas y otros servicios, la opción más redituable para reducir tiempo y procesos es a través de los PAC, al punto que datos de la Amexipac (Asociación Mexicana de Proveedores Autorizados de Certificación) señalan que 96% de las facturas timbradas son procesadas por los PAC.
Si se considera que al año se generan alrededor de 7,500 millones de facturas, esta cifra es bastante significativa.
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¿Qué tipos de comprobantes se timbran?
Existen diferentes tipos de CFDI que requieren ir timbrados para ser considerados como válidos a la hora de las declaraciones y pagos de impuestos, así como en las deducciones:
- Todas las facturas electrónicas por ingresos.
- Comprobantes de egresos.
- Recibos de nómina.
- Recibos de honorarios.
- Recibos por arrendamiento de inmuebles.
- Comprobantes por recepción de pagos.
- Comprobantes de traslado o carta porte.
- Complementos de pago.
- Notas de crédito.
Ahora bien, una vez que se ha llenado la factura con toda la información pertinente, esta es enviada al proveedor autorizado, quien verificará que todos los datos estén completos. En caso de hacer falta alguno, se informa a quien solicitó el timbrado para que agregue la información faltante.
Si ya todo está correcto el PAC se encarga de sellar y timbrar el CFDI y enviar el archivo XML, así como la versión impresa, que generalmente viene en un archivo en formato PDF.
Por último, una vez que ya se ha realizado el timbrado de facturas, debes asegurarte de mantener un respaldo de todos estos archivos generados, para que en caso de que haya una discrepancia con la autoridad fiscal, pueda resolverse de forma rápida y a favor de la empresa.
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